Es testimonio vivo del evangelio y actúa según el proceder de Santa María de Guadalupe.
Tiene espíritu de colaboración que favorecen el buen funcionamiento y realización de las metas establecidas.
Escucha y es justo con sus alumnos en su desempeño educativo.
Está atento a las necesidades individuales y grupales de los alumnos.
Crea un ambiente de confianza, optimismo y crecimiento en la comunidad educativa.
Fomenta un criterio de libertad para poder afrontar las diversas situaciones que en la vida se presentan.
Favorece la reflexión, la escucha de la palabra de Dios, sí como su aplicación.
Educa con el Ejemplo Sobre todo en la vivencia de los valores y de su Fe.
Fomenta la inquietud de ayudar a los necesitados y contribuir al mejoramiento de su entorno.
Forma hábitos de orden, disciplina, silencio, trabajo y limpieza para una buena educación.
Se actualiza en los conocimientos de su área, en estrategias pedagógicas que favorezcan el aprendizaje.
Su moral es sólida y libre de complejos.
Inculcará el amor y verdadera devoción a la eucaristía y a la santísima virgen de Guadalupe.
Es un honrado ciudadano y un muy buen cristiano.